Esta es, sin duda, una de mis recetas favoritas de la temporada. El boniato me recuerda mucho a mi Abuela. Le encanta. Así que, abuela, esta receta te la dedico.
Me gusta mucho su textura, su sabor y la versatilidad que tiene, ya que puede utilizarse para postres, platos salados, cremas, e incluso como base de una Nutella saludable. ¡Pero eso nos da para otro post!
Es un plato caliente, suave, muy saciante y además me parece que la combinación dulce-salado de los ingredientes usados en esta receta no puede ser más acertada.
¿Sabías que el boniato es un alimento rico en hidratos, proteínas, vitaminas antioxidantes y minerales esenciales? Entre otras cosas ayuda a reducir el riesgo de infecciones y aporta energía física y mental.
Este plato puede ser una comida, una cena o incluso un entrante para poner en medio de la mesa cuando tenemos invitados. No se olvidarán de vosotros.
INGREDIENTES PARA 2 PERSONAS:
– 2 boniatos medianos
– un puñado de nueces
– miel
– queso azul
– queso ricota
– un manojo de cebollino
– cebolla
Para empezar, tenemos que precalentar el horno a 175ºC arriba y abajo y poner los boniatos (previamente lavados) al horno, haciendo un corte a lo largo y dejando 2 mitades. Yo los envuelvo en papel Albal para que tarden menos en asarse. Asar durante 50 minutos. Mientras, vamos preparando el relleno. Nuestros boniatos estarán listos cuando estén blanditos y cedan al presionar con los dedos.
A continuación, dejamos que se enfríen un poco.
Vamos caramelizando las nueces en una sartén antiadherente con un poquito de miel. Por otro lado, vamos desmenuzando los quesos y cortando el cebollino. Doramos la cebolla morada que previamente hemos cortado en juliana y reservamos todo. Cuando los boniatos están listos los rellenamos con los ingredientes que tenemos y voilá.
Siempre que podáis, comprad en mercados de vuestro barrio y en tiendas pequeñas para favorecer el pequeño comercio. Cualquier acto suma y muchas acciones pequeñas multiplican.
Bon appetit, Dears!